lunes, 27 de octubre de 2014

Ellos...son Ellos

Buscando lo esplendido, lo diferente, lo que te llene de felicidad.

El laberinto te lleva por sitios que te van abriendo puertas que no tienen nada dentro, caminos que luego no tienen salida.

Llenando esa caja de banalidades, de importancia temporal.

Descubriendo que ciertos momentos vividos, son momentos de felicidad vividos, disfrutados, ahí, en ese momento, pero ya.

Recorriendo jardines de flores hermosas, olorosas y a veces llenas de espinas, desnudas tu alma, lo das todo, confías...y encuentras que todo eso se marchita.

La nube rosa va cogiendo un color violáceo, casi negro. Esa sensibilidad que hace que sientas su dolor, su alegría, que lo hagas tuyo, empatía lo llaman, es la que de repente puede transformarse en tu mayor enemigo.

Sin esperarlo...una piedra, otra, otra...y llega la definitiva, la que lo derrumba todo. El polvo no te hace ver la realidad, pero se va asentando y entonces después los ves, ELLOS, son ellos. Los que te hacen sentirte tú,que puedes ser tú, vivir como quieres,sonreír,llorar, reír muy fuerte, bailar, hablar, cantar. Sensación de calor.

Porque son ellos los que están ahí, y reubicas tu corazón, tus sentimientos, lo que hay, lo que tiene que haber y lo que no.

lunes, 16 de junio de 2014

Color obligado. No.

Fotografía de Georg Wendt
¡¡Cuánta presión!! Recibimos mensajes por todos los medios que nos dicen que tenemos que definirnos. No nos equivoquemos, no estoy hablando de partidos políticos, hablo de algo más profundo. 

¿Habéis oído hablar a algunas personas o personajes, y a veces tenido la sensación de que hay una tendencia a la perfección y la definición? Son cosas diferentes pero que veo que tienen tendencia a unirse últimamente.

Acabo de escuchar que todos tenemos una o varias vocaciones, algo que se nos da bien y tenemos que conseguir trabajar en eso. ¿Por qué para ser alguien hoy en día tienes que saber perfectamente lo que quieres, lo que sabes hacer, conocerte bien? Todos tenemos claro lo que queremos, ¿Seguro? 

Yo os aseguro que en la época de nuestros abuelos no se calentaban tanto la cabeza, no le daban vueltas a todo esto, y nuestros padres tampoco, las cosas eran más espontáneas. Quizá esté equivocada y simplemente no tenían más opciones. Yo tengo la sensación que en estos días que estamos viviendo se analiza demasiado todo, no hablo tampoco a nivel de trabajo sólo, hablo de cómo somos como personas. 

Seguro que habéis visto las frases que se suelen poner en Facebook, Twitter y demás redes sociales, yo a veces pienso, pero qué sabios somos todos, pero a la vez me pregunto si todos los que ponen o ponemos estas frases llegamos a cumplirlas o sólo queremos dar una imagen. Vivimos en la época del Marketing, aquello que me parecía tan maravillo cuando hice mi especialidad, y me sigue gustando, pero que hemos llevado a los extremos, vivimos rodeados del Marketing de personas.

En el tema profesional, coaching, talleres de motivación, charlas... todo enfocado a conseguir llegar a ser la leche en tu terreno, vale, estoy de acuerdo, pero sigo pensando que hay demasiada presión con respecto a este tema. Yo en estos momentos soy un ama de casa, todas la mañanas me levanto y planifico la jornada, tengo mi planning y distribuyo mis horarios, cuándo tengo que planchar, cuándo hacer la comida, hacer los baños... estoy siendo irónica, pero no os puedo negar que he llegado a pensar hacerme una tabla de horarios detallado, y luego he dicho, no, por eso ya sí que no voy a pasar. Soy organizada y ya. 

A nivel personal, tampoco nos libramos. Ahora se llevan artículos como; "Las cinco formas para ser un buen amigo", "Diez consejos para quitar de tu vida a esa persona que nos está haciendo daño", "Cien maneras de conseguir ser feliz", yo también he caído en esto y escribí sobre ello en mi post  "¿Por qué vemos las cosas rojas y no las verdes?" . Pero llega un momento en que me satura tanta búsqueda de la perfección perfecta y de ser lo mejor de lo mejor, y la persona más feliz, o la persona más más de lo más o qué sé yo. 

Moderación, no pienso ser sólo de un color, no pienso ser sólo de una canción, pienso equivocarme, pienso dudar. Pienso ser mejor persona cada día, pero para ello no necesito mil listas, ni mil consejos, naturalidad, oír, escuchar, pero no mil charlatanes que me coman el coco. 
El arcoiris y los días de lluvia también son preciosos.