martes, 27 de septiembre de 2011

Slow Down

Hoy el tiempo vuela y sin embargo el día sigue teniendo las mismas veinticuatro horas, y los minutos, sus mismos sesenta segundos.

 Cuantas veces he pensando: "¿Qué está pasando a mi alrededor? ¿Por qué siento que este no es mi ritmo?  Ahora, poco a poco, me estoy dando cuenta de que algo está cambiando.

Cada día me encuentro con más gente que me habla de lo mismo, recibo mensajes que me hacen darme cuenta de que , por fin, cada día más personas sienten lo mismo que yo: "La vida no puede ser solo trabajo, trabajo y consumo, consumo"

Muchas veces me sentía sola con mis pensamientos, y pensaba que quizá era un bicho raro. Día a día, madurando, ha ido creciendo en mi un sentimiento por disfrutar de otra manera, por disfrutar de las pequeñas cosas, de las cosas más sencillas. ¡¡¡Cómo reconforta!!! Y he visto, que pensar de esa manera, me ha acercado a más personas que piensan como yo.

Estaba cansada del materialismo que había a mi alrededor. Niños malcriados, personas que solo pensaban en el próximo coche que se iban a comprar o lo fantástico y maravilloso que era aquel vestido del superdiseñador "perico el de los palotes".

Leo, leo mucho, escucho, intento sentir empatía por los que están cerca de mi y también por aquellos que no conozco, intento ver las cosas con el corazón, disfrutar cada segundo y no perderlo en pensar en esas cosas vacías.

Por fin, siento que no estoy sola, que una gran corriente de gente se va uniendo a este sentimiento de cambio. Despacio, muy despacio, quiero disfrutar la vida despacio.

2 comentarios:

  1. Hay que disfrutar hasta del olor del frescor de la mañana y vivir despacio.

    ResponderEliminar
  2. Esas son las cosas que tenemos que aprender de los niños. Ellos sólo tienen prisa cuando es para ir a hacer algo que le haga mucha ilusión. Eso sí es saber vivir.

    ResponderEliminar