viernes, 26 de febrero de 2016

Números, personas.

"Lo único constante en la vida es el cambio"
(Buda)

Curiosidad, nuevas inquietudes, experiencias que te hacen cambiar tu escala de valores. 

Siempre aparecen circunstancias o personas que te hacen que empieces a plantearte ciertas cosas que ni te habías planteado, una luz diferente empieza a iluminar esa instantánea que es nuestra vida.

Nueva iluminación, otros escenarios van apareciendo en esa foto amarillenta, nuevos tonos de colores, diferentes, más alegres, más tibios. 

Y una sonrisa aparece en esa carita, en la carita de los que te rodean. Es verdad que a ti te gustaba esa vieja foto, pero eso de añadir nuevos elementos, nuevas ilusiones, te gusta.Todo suma. La foto anterior ha sido la base, ahora toca mejorar esa foto, como si de un programa de Photoshop se tratase, empiezas a darle nuevos matices a esa instantánea, a tu vida. 

¿Por qué no? Un gusanillo que ha hecho que quiera dar el salto, el cambio. Traje por bata, calculadora por termómetro, tacones por zuecos y sobre todo números por personas, sentimientos, cuidados, cariño...

Los números están para mi siempre ahí, me gustan, no lo niego, pero este mundillo se me ha metido en los huesos y me llena, me aporta tanto. Creo que todo pasa por algo y esta nueva cámara de fotos ha traído un mundo de experiencias, de ilusión. Ahora toca disfrutar de este, y el otro también estará ahí, porque también soy yo, igual que la de ahora también soy yo. Vivo y cambio, cambio y vivo, números por personas.

lunes, 27 de octubre de 2014

Ellos...son Ellos

Buscando lo esplendido, lo diferente, lo que te llene de felicidad.

El laberinto te lleva por sitios que te van abriendo puertas que no tienen nada dentro, caminos que luego no tienen salida.

Llenando esa caja de banalidades, de importancia temporal.

Descubriendo que ciertos momentos vividos, son momentos de felicidad vividos, disfrutados, ahí, en ese momento, pero ya.

Recorriendo jardines de flores hermosas, olorosas y a veces llenas de espinas, desnudas tu alma, lo das todo, confías...y encuentras que todo eso se marchita.

La nube rosa va cogiendo un color violáceo, casi negro. Esa sensibilidad que hace que sientas su dolor, su alegría, que lo hagas tuyo, empatía lo llaman, es la que de repente puede transformarse en tu mayor enemigo.

Sin esperarlo...una piedra, otra, otra...y llega la definitiva, la que lo derrumba todo. El polvo no te hace ver la realidad, pero se va asentando y entonces después los ves, ELLOS, son ellos. Los que te hacen sentirte tú,que puedes ser tú, vivir como quieres,sonreír,llorar, reír muy fuerte, bailar, hablar, cantar. Sensación de calor.

Porque son ellos los que están ahí, y reubicas tu corazón, tus sentimientos, lo que hay, lo que tiene que haber y lo que no.

lunes, 16 de junio de 2014

Color obligado. No.

Fotografía de Georg Wendt
¡¡Cuánta presión!! Recibimos mensajes por todos los medios que nos dicen que tenemos que definirnos. No nos equivoquemos, no estoy hablando de partidos políticos, hablo de algo más profundo. 

¿Habéis oído hablar a algunas personas o personajes, y a veces tenido la sensación de que hay una tendencia a la perfección y la definición? Son cosas diferentes pero que veo que tienen tendencia a unirse últimamente.

Acabo de escuchar que todos tenemos una o varias vocaciones, algo que se nos da bien y tenemos que conseguir trabajar en eso. ¿Por qué para ser alguien hoy en día tienes que saber perfectamente lo que quieres, lo que sabes hacer, conocerte bien? Todos tenemos claro lo que queremos, ¿Seguro? 

Yo os aseguro que en la época de nuestros abuelos no se calentaban tanto la cabeza, no le daban vueltas a todo esto, y nuestros padres tampoco, las cosas eran más espontáneas. Quizá esté equivocada y simplemente no tenían más opciones. Yo tengo la sensación que en estos días que estamos viviendo se analiza demasiado todo, no hablo tampoco a nivel de trabajo sólo, hablo de cómo somos como personas. 

Seguro que habéis visto las frases que se suelen poner en Facebook, Twitter y demás redes sociales, yo a veces pienso, pero qué sabios somos todos, pero a la vez me pregunto si todos los que ponen o ponemos estas frases llegamos a cumplirlas o sólo queremos dar una imagen. Vivimos en la época del Marketing, aquello que me parecía tan maravillo cuando hice mi especialidad, y me sigue gustando, pero que hemos llevado a los extremos, vivimos rodeados del Marketing de personas.

En el tema profesional, coaching, talleres de motivación, charlas... todo enfocado a conseguir llegar a ser la leche en tu terreno, vale, estoy de acuerdo, pero sigo pensando que hay demasiada presión con respecto a este tema. Yo en estos momentos soy un ama de casa, todas la mañanas me levanto y planifico la jornada, tengo mi planning y distribuyo mis horarios, cuándo tengo que planchar, cuándo hacer la comida, hacer los baños... estoy siendo irónica, pero no os puedo negar que he llegado a pensar hacerme una tabla de horarios detallado, y luego he dicho, no, por eso ya sí que no voy a pasar. Soy organizada y ya. 

A nivel personal, tampoco nos libramos. Ahora se llevan artículos como; "Las cinco formas para ser un buen amigo", "Diez consejos para quitar de tu vida a esa persona que nos está haciendo daño", "Cien maneras de conseguir ser feliz", yo también he caído en esto y escribí sobre ello en mi post  "¿Por qué vemos las cosas rojas y no las verdes?" . Pero llega un momento en que me satura tanta búsqueda de la perfección perfecta y de ser lo mejor de lo mejor, y la persona más feliz, o la persona más más de lo más o qué sé yo. 

Moderación, no pienso ser sólo de un color, no pienso ser sólo de una canción, pienso equivocarme, pienso dudar. Pienso ser mejor persona cada día, pero para ello no necesito mil listas, ni mil consejos, naturalidad, oír, escuchar, pero no mil charlatanes que me coman el coco. 
El arcoiris y los días de lluvia también son preciosos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Pinocho

Escuchas, y escuchas, absorbes, ves, observas, gestionas esos datos, imitas, actúas ...

¿?  

Llega el momento en que tú mismo crees que haces lo que haces porque estás convencido. Soy libre, yo decido. Olvidándote que como a una marioneta alguien te maneja sin que te des cuenta. 

Hasta aquel que se siente libre realmente porque ha aprendido a desengancharse de lo que no importa, a quererse a si mismo, a desnudarse y quedarse con la capa real de su cuerpo... esa persona ha seguido a alguien que le ha explicado cómo llegar hasta ahí. 

Y nos engañamos, y nos mentimos una y otra vez a nosotros mismos. Descubrimos que vivimos una farsa, la que otro me ha dicho que tengo que vivir para alcanzar la felicidad. 

Son muchas etapas, momentos, caídas, recaídas, levantarse, las que te hacen mover todos los cimientos de tu realidad. Y estoy segura que en cada momento de la vida, creeremos que estamos en el camino de la felicidad. 


¿?

Luego miramos atrás y quizá pensamos que nos hemos equivocado. No voy a decir qué hacer, yo no lo sé. Lo busco y no lo encuentro. Sólo sé que no quiero ser un "pinocho" que se engaña a si mismo, y que alguien, que tenga las ideas que tenga, me maneje. Eso sí lo tengo claro. 

Buscaré y buscaré, y espero algún día hallar.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Entre las espinas de la rosa.

Fábula.(Del lat. fabŭla).

1. f. Breve relato ficticio, en prosa o verso, con intención didáctica frecuentemente manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados.2. f. Cada una de las ficciones de la mitología. La fábula de Psiquis y Cupido, de Prometeo, de las Danaides.3. f. En las obras de ficción, trama argumental.4. f. Rumor, hablilla.5. f. Relación falsa, mentirosa, de pura invención, carente de todo fundamento.6. f. Ficción artificiosa con que se encubre o disimula una verdad.7. f. mitología.



En un mundo que iba a su ritmo, las noches y los días se sucedían por un simple hecho físico. Entradas, salidas, subidas, bajadas y en medio de todo ello, una pequeña e insignificante hormiga trataba de esquivar todo aquel caos.

Se encontraba en medio del bullicio y de repente vio a lo lejos una fila de hormigas rojas, muy llamativas, eran muy diferentes a la hormiga obrera, pero podría seguir la fila, estaban bien organizadas. Por fin había conseguido huir del caos y unida al grupo de las hormigas rojas avanzaba segura. 

¿Qué pasaba? No habían dado ni diez pasos, cuando las hormigas rojas empezaron a organizarse en grupos de 4 y la pequeña hormiga quedó descolgada, ¡ahora que empezaba a estar segura!, movía su pequeña cabeza sin entender lo que pasaba.

Siguió vagando sola por el bosque lleno de ramas, hojas, pequeños animales que deambulaban sin percatarse de la presencia de la pequeña hormiguita. De vez en cuando algún saltamontes se paraba y charlaba con ella, pero seguidamente se volvía a su grupo. 

Vió una luz cálida que le llamó la atención, le era familiar, subió por el tronco del rosal esquivando las espinas y llegó hasta su objetivo, empezó a hundirse entre las hojas rojas de la rosa y empezó a sentir un gran placer, placer por el olor suave que le rodeaba, por la suavidad de esas hojas olorosas y justo al llegar al centro de la rosa abrió y cerró los ojos parpadeando. 

¿Cómo los había olvidado? ¿Cómo aquellos rostros habían desaparecido de su cabecita?

El caos le había hecho olvidarse de esas hormigas obreras, las que le habían enseñado lo importante que era trabajar codo con codo para no perderse en el gran bosque. La miraron, las miró y sin mediar palabra comenzaron a disfrutar del sabor de aquellas maravillosas hojas de rosal, de su hogar , del que se había olvidado mientras buscaba esas flores exóticas de las que tanto había oído hablar y que cuando las encontró tenían un sabor soso y solitario, nada como aquel rosal, hogar. 




jueves, 18 de julio de 2013

PREPOTENCIA


Prepotencia.(Del lat. praepotentĭa).1. f. Cualidad de prepotente.
Prepotente.(Del lat. praepŏtens, -entis).1. adj. Más poderoso que otros, o muy poderoso. U. t. c. s.2. adj. Que abusa de su poder o hace alarde de él. U. t. c. s.


Para mí esta definición se queda muy muy corta. Una de las situaciones que más me molesta es tener delante a una persona que “blablablá, blablablá”, no para de hablar de lo estupenda que es, lo mucho que sabe de esto o de lo otro, “Y no me digas que eso no es así porque yo sé de lo que hablo porque conozco muy bien a no se quien que blablablá, blablablá”.

Monólogos eternos en los que parece que te está mirando y pensado: "pero mira que listo soy hormiguita". Qué hormiguita ni hormiguita, yo me siento un león a tu lado y como sigas hablando te devoro, en ese momento no pienso eso pero es lo que me viene a la cabeza cuando ha parado de hablar por fin.

“Sí, sí, sí…que yo hago esto de esta forma porque cómo va a haber otra forma de hacerlo. No, de eso nada, porque blablablá, blablablá”

La de cosas que le dirías si te dejasen hablar solo un segundo, cómo meter un solo “pero” entre tanto blablablá.

Al final he llegado a la conclusión de que es gente acomplejada que necesita hablar de lo buenos que son en todo para ocultar su realidad.

Quizá sea un tema facilón y trillado, pero, y lo a gusto que me he quedado yo hablando de los “prepotentes”. Pues dicho queda. 

martes, 2 de octubre de 2012

Detrás de la Puerta Azul

Esta historia empezó en la La Puerta Azul , y continuó en Siguiendo la Estela de la Puerta Azul , pero irá a más aquí y en otros pequeños relatos, así conocerás a Berta, Beatriz y Sofía.


Aquel 15 de Julio de 2010 sería un día inolvidable para nosotras.

Sofía no estaba en Fira por casualidad, eso lo tenía claro y nos lo explicaba con mucha normalidad como si la historia que nos estaba contando la asimilase como una verdad.

Sus grandes ojos azules hacían que mientras que te contaba la historia de su vida, no pudieses parar de mirarla, te atraían, te llevaban a su mundo. 

Siempre se había preguntado por qué había llevado ella esa vida, por qué en aquel lugar del mundo donde las cosas no pasaban por casualidad. Y el hecho de haber decidido buscar su verdad, la había llevado a buscar la verdad de otras personas que la necesitasen.

Nos invitó a Beatriz y a mí a visitar su casa, y así entenderíamos todo lo que nos estaba intentando explicar. 

El sol ya se había puesto en el Mar Egeo, y todo el misterio que rodeaba a Sofía nos parecía una gran aventura que teníamos que vivir, y para mí, una posibilidad de encontrar respuesta a todo lo que había visto detrás de la Puerta Azul. No podía quitar de mi cabeza la imagen de aquellas dos chicas, que estaba segura éramos Beatriz y yo. 

En la puerta de la casa sólo había un pequeño cartel discreto: "Presente y Pasado". Su casa era igual de agradable que toda aquella isla,  decorada de tal forma que te transmitía mucha serenidad. 

Y en su terraza, llena de flores, de plantas de agradable aroma y de la brisa del mar, nos comenzó a contar su vida. Cómo todo empezó una noche de fin de año de 1975 cuando el amor, o mejor un hombre, le había jugado una mala pasada, y ella no había soportado más seguir viviendo. Con toda la naturalidad de mundo, seguía contándonos cómo aquella noche pasó a ser otra persona mientras se precipitaba por el acantilado y  a partir de ese momento, empezó a vivir su purgatorio, su nueva vida, siendo "la Sofia" que era ahora.

Beatriz me miraba como diciéndome: "Berta, ¿estás entendiendo lo mismo que yo?"

Fue una noche extraña, larga, pero bonita, en la que Sofía nos enseñó cómo ella veía su vida, porque era su purgatorio, cómo había llegado a ser quien era...

viernes, 18 de mayo de 2012

EMPATÍA


Empatía: Indentificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.


Hasta hace unos años jamás había usado esta palabra, e incluso no pensaba que podría ser un sentimiento tan importante. Es una palabra de la que poco a poco estoy disfrutando más.

Las experiencias hacen que ese sentimiento que aflora hacia otras personas, hacia lo que el otro siente , vaya aumentando. Ese ha sido mi caso. 

En el mundo que nos rodea ha faltado mucha empatía, pero me estoy dando cuenta que algo bueno vamos a sacar de estos años duros, y una de estas cosas es ser capaces de ponernos en el lugar del que tenemos al lado y sentir un poco de lo que él siente.

Hasta ahora el "ego" era lo más importante. Mirando hacia atrás veo hasta dónde nos ha llevado a todos el querer ser "el más", "el mejor en", "el que más tiene"... 

Han aflorado otros sentimientos, mirar a los ojos de una persona que está pasando por un mal trago, y sentir lo que él puede sentir... te hace crecer como persona, saber acompañarlo en ese camino...

Con la empatía puedes sentir la pena del otro, la alegría del otro, la rabia, la satisfacción... es un sentimiento que te pone en su lugar y te hace sentir su alegría, su rabia o su satisfacción. 



miércoles, 22 de febrero de 2012

Siguiendo la estela de la Puerta Azul

Si quieres recordarla o no la conoces, esta  historia empezó en LA PUERTA AZUL 

Quería pasar al otro lado de la puerta, saber exactamente por qué todos aquellos "recuerdos" habían aparecido de repente. Pero no sabía cómo hacerlo, cómo conseguir otra vez traer esas imágenes que había visto con tanta nitidez.

Estaba segura, había visto a aquellas chicas detrás de la puerta y éramos nosotras, en otra época, pero nosotras.

Beatriz me miraba preocupada, no sabía cómo ayudarme. Para ella todo lo de la Puerta Azul le sonaba a locura, una consecuencia del calor asfixiante que aquella mañana habíamos pasado en las calles de Santorini. Pero yo estaba segura de que lo había vivido, esas chicas éramos nosotras y eso no me lo iba a poner en duda nadie.

Beatriz tenía razón, un buen aperitivo en alguna de las terrazas de los acantilados, y esas maravillosas vistas, harían que me despejase, que aclarase mis ideas. Los días habían sido muy intensos, ¿quien podía resistirse a la marcha nocturna de Santorini?

Disfrutar de aquel paisaje y esa tranquilidad  había hecho que me relajase. Quizá Beatriz tenía razón, todo había sido una mala pasada de mi mente por el cansancio. 

Aquella ciudad tenía algo especial, también sus gentes. Ahora fue Bea la que tuvo una sensación extraña. "Berta, no paramos de coincidir con esa chica que ahora está apoyada en el muro". "No me había fijado, pero ahora que lo dices, es verdad, me suena su cara". Como si nos hubiese oído, la chica nos miró descaradamente, nosotras no lo pensamos y la invitamos a sentarse.

Estábamos en Fira, cenando en una de sus terrazas, con el volcán frente a nosotras,  una puesta de sol llena de colores mágicos y el Mar Egeo de fondo. Disfrutando de una cena llena de sabores, los griegos se toman su tiempo para preparar los alimentos. Pero lo mejor de todo era la compañía. Sofía era una chica llena de embrujo.

Las historias sobre aquella tierra que ella nos contó y unas cuantas copas de vino hicieron que me decidiera a contarle mi experiencia con la Puerta Azul. Para ella todo aquello no le sonaba extraño ni lejano. Creía en el  magnetismo del volcán y todo lo que sobre aquella zona se contaba. Historias sobre personas que se habían precipitado por el acantilado después de correr como locos gritando sobre extrañas visiones. Ese era el embrujo del volcán, el Mar Egeo y la isla que teníamos tan cerca. Todo creaba un ambiente especial.

Quizá los efluvios del volcán crearon esa imagen detrás de la Puerta Azul. No, eran reales, esa era yo y Beatriz estaba a mi lado. Había algo más detrás de aquella visión y quería saberlo...

lunes, 14 de noviembre de 2011

CALOR

Todos los días, a una hora u otra, en algún momento a lo largo de ese día largo o corto, siempre comprueba a través de su habitual llamada como están sus cachorros. Es ese instinto animal que se desarrolla a los pocos segundo de la separación, o incluso antes, cuando aún son los dos la misma carne. 


Durante un  tiempo, es difícil entender, e incluso asimilar, tener constantemente esa mano cerca de ti. En algunos momentos, nos abrasa, nos quema. Muchas veces creemos que está de más. Son muchas horas y muchos segundos de vida los que nos hacen darnos cuenta de nuestro error. 


Hay un momento en la vida, en el que tienes la misma sensación difícil de describir.Pasarías horas sintiendo ese calor, esa sensación de estar lleno de felicidad y el querer que siempre esté acoplado a ti.


Entonces, lo entiendes todo, porque eres parte de ella, igual que ellos son parte de ti, y necesita que, día tras día, ese trocito le de calor. 

martes, 27 de septiembre de 2011

Slow Down

Hoy el tiempo vuela y sin embargo el día sigue teniendo las mismas veinticuatro horas, y los minutos, sus mismos sesenta segundos.

 Cuantas veces he pensando: "¿Qué está pasando a mi alrededor? ¿Por qué siento que este no es mi ritmo?  Ahora, poco a poco, me estoy dando cuenta de que algo está cambiando.

Cada día me encuentro con más gente que me habla de lo mismo, recibo mensajes que me hacen darme cuenta de que , por fin, cada día más personas sienten lo mismo que yo: "La vida no puede ser solo trabajo, trabajo y consumo, consumo"

Muchas veces me sentía sola con mis pensamientos, y pensaba que quizá era un bicho raro. Día a día, madurando, ha ido creciendo en mi un sentimiento por disfrutar de otra manera, por disfrutar de las pequeñas cosas, de las cosas más sencillas. ¡¡¡Cómo reconforta!!! Y he visto, que pensar de esa manera, me ha acercado a más personas que piensan como yo.

Estaba cansada del materialismo que había a mi alrededor. Niños malcriados, personas que solo pensaban en el próximo coche que se iban a comprar o lo fantástico y maravilloso que era aquel vestido del superdiseñador "perico el de los palotes".

Leo, leo mucho, escucho, intento sentir empatía por los que están cerca de mi y también por aquellos que no conozco, intento ver las cosas con el corazón, disfrutar cada segundo y no perderlo en pensar en esas cosas vacías.

Por fin, siento que no estoy sola, que una gran corriente de gente se va uniendo a este sentimiento de cambio. Despacio, muy despacio, quiero disfrutar la vida despacio.

domingo, 24 de julio de 2011

Mi carro hasta arriba

Indignación. Bueno no, que esa palabra empieza a perder un poco de sentido. Digamos, vergüenza. Eso es lo que siento cuando me encuentro en cualquier centro comercial. Es una sensación muy incomoda, mire donde mire, la gente se afana por llenar su carro, o van de aquí para allá, de tienda en tienda con un montón de bolsas. Y dicen que hay crisis, ¡ja!, yo en esos momentos no lo veo.

Entonces observo a la gente, la miro e intento pensar si esa gente llena sus vidas como esos carros, con todo tipo de cosas materiales.

No creo que tanta gente piense que eso es la felicidad, quiero pensar que no, pero a veces dudo que algunas personas lo tengan tan claro.
Desde hace mucho tiempo, me he dado cuenta de que mi búsqueda de la felicidad es muy diferente a la de una gran mayoría. Aunque también me agrada ver que cada día, más gente piensa o siente como yo. No busco cosas materiales, quiero ser feliz a través de sentimientos, de sensaciones.

Desde que mi escala de valores cambió y doy importancia a otras cosas, soy más feliz, sin duda.

 "Barriga verde", ( sin menospreciar al pueblo que me ha acogido), dícese del individuo al que le gusta aparentar y remanece de Murcia. Proviene del dicho "sacar barriga" y del hecho de ser de la huerta.

jueves, 16 de junio de 2011

Roca

Pasos pequeños, pasos de bebé. Pasos que hacen avanzar. Un segundo más, una hora más, un día más, un año más.Mirando hacía adelante, pensando en el futuro, mejor no mirar alrededor, solo hacía adelante.

Ese pensamiento positivo, optimista, lleno de energía le hace avanzar con una fuerza increíble.

No importan las piedras que se vayan poniendo en su camino,  obstáculos que parecen insuperables. Sigue adelante. Luchando con una sonrisa en la boca, con una palabra amable a cualquiera que se acerque.Con un brillo especial en los ojos que te hace sentir que todo va bien, aunque desde fuera todo sea de un color negro, oscuro como una cueva sin fondo.

Siempre alegre, siempre feliz. Todo bondad. Especial.

lunes, 6 de junio de 2011

Mil mundos

"El que no inventa, no vive"
(Ana Mª Matute)


Corría por la medina, me pisé el jaite, perdida, rodeada de calles estrechas, no conseguía reconocer aquellas calles que tantas veces había recorrido. Sin los puestos, la gente y los olores a especias, no conseguía ubicarme. Era una simple costurera a la que una traición había llevado a Tetuán.

Un mundo que cambia y está lleno de paisajes diferentes.

Desde el momento en que estaba subida en aquel andamio en la catedral de Santiago, hasta aquella montaña, habían pasado solo unos días, pero por todo lo vivido, parecían años.

Una costurera en un mundo que no es el suyo, una arqueóloga y aventurera metida en un mundo de ángeles, una bailarina y cortesana de finales del siglo XIX, un personaje en el engranaje de los libros perdidos, un inquisidor en busca de una verdad diferente o una pequeña chica en la miseria de la posguerra. Paso de un personaje a otro.


Muchos mundos, llenos de historias, personas diferentes, con distintas personalidades, distintos mundos, épocas...

Son vivencias reales. Salto,corro, río, lloro, sensación de libertad. Como un pequeño "quijote". Salto de vida en vida, de un mundo a otro, de una época a otra. Cada capítulo, cada frase y cada palabra, se transforma en imágenes, en sensaciones.

Todos esos libros leídos, vividos realmente. Mil libros leídos, mil mundos vividos.

jueves, 7 de abril de 2011

Muros de piedra


Los muros no surgen de la nada. Se van formando poco a poco, con pequeñas piedras y gravilla y a veces grandes bloques, cada uno tiene una razón, y poco a poco el muro se hace más alto y escarpado.

A veces te encuentras con verdaderas moles, que, aunque intentes picar,el pico te parece cada vez más pequeño. Y llega un momento en que dejas de intentarlo porque sabes que es imposible mover un ápice ese muro.

Personas que son muros, las hay. No sirven de nada las conversaciones, es absurdo, las palabras rebotan y no hay manera de que fluyan, bueno si, pero como lo que llamamos "diálogo de besugos". Las palabras vuelan pero se quedan en el aire, sin conseguir su objetivo, llegar a un acuerdo.

Como el obrero, la persona intenta un método, otro, otro y....no llega a ninguna parte. No vale ceder, no vale escuchar, no vale incluso asumir que no se tiene razón. Nunca mejor dicho, te das contra un muro de piedra una y otra vez, sin conseguir nada.

Pasa en todas las facetas de la vida, porque muros hay en todas ellas, en el trabajo, en las personas de tu entorno, en las relaciones de pareja, en las familias.

El picador acaba por rendirse, pero dentro de él, no quiere que eso sea así, no se conforma con dejarlo todo estar, quiere buscar la solución. Y tras unos momentos de calma y de pensar: "tiene que ser así, algunas cosas no pueden cambiar", vuelve a la carga, intenta buscar una fisura en ese muro, aún sabiendo que el resultado será el mismo, pero no puede resignarse a que algunas cosas no tengan solución.

viernes, 18 de marzo de 2011

Amistad entre cuadros

Delante del ordenador pasaban las horas. Primero datos y más datos de los resultados de las encuestas, después resúmenes de los resultados, hojas de cálculo, documentos…

Mientras, mi cabeza no paraba de darle vueltas al encuentro de aquella tarde, sus palabras se habían clavado en mi mente. Aquella descripción tan poética de la puesta de sol, hizo que el concepto que tenía sobre él cambiase. No era aquel hombre rudo que parecía exteriormente, dentro de él había un hombre sensible, lleno de sentimientos, existía todo un mundo, y yo me había propuesto descubrirlo, no sabía cómo, pero ese era ahora mi objetivo.

Suena el teléfono, ese desagradable sonido me saca de mis sueños, ¿le di el teléfono? “¡Hola! ¿Está Martín?”, su imagen me vuelve de repente, balbuceo una serie de palabras incomprensibles: “ ¿Qué?; Si soy yo, ¿con quién hablo?”, de sobra había reconocido su voz, pero no quería que notase mi nerviosismo, ser natural. Quería ponerse en contacto conmigo, le había interesado algo que habíamos comentado sobre un foro de pintores noveles, me proponía quedar esa tarde para pasarnos.

Allí estábamos los dos, habíamos quedado en el Pub Marsells, un lugar agradable y muy adecuado para una primera cita, aunque en realidad no quería plantearlo como una cita sino como un encuentro de dos personas interesadas por el arte, no quería hacerme ilusiones.

Las cosas no empezaban bien, los dos estábamos callados, pero hice un comentario sobre un cuadro surrealistas que me había impresionado bastante, y de repente todo cambió. Parecía que aquel iba a ser un nexo entre los dos, por lo menos ya había algo que nos unía. Pero aún quedaba mucha noche, “¿Íbamos a estar toda la noche hablando de quien era nuestro pintor favorito o si este o aquel cuadro nos impresionaba más? Sin embargo, así fue, pasaron las horas, cuando nos dimos cuenta se había pasado la hora del cierre del ateneo. Bueno, quedaríamos para otro día, la idea me encantaba.

Sin haberlo planeado, había surgido el principio de una amistad, luego todo se andaría, y me di cuenta que el destino había hecho que nos conociésemos y seguro que nos tenía planeado mucho más. 

viernes, 4 de febrero de 2011

Habitaciones de colores

De repente me he despertado teniendo una sensación extraña, algo me hacía no estar tranquila.

Un sueño. Un sueño es lo que me hacía estar inquieta aquella mañana.

Al principio no le di importancia, pero, sin saber por qué, aquel sueño me fue acompañando a lo largo del día. ¿Por qué? Un sueño tan simple y sin embargo no se me va del pensamiento.

Pensaba que era algo absurdo, algo intrascendente, pero mi mente no quería olvidarlo. Recordaba  con exactitud cada detalle, cada color, cada imagen.

 "Una casa nueva, preciosa, en una zona llena de casas en pequeñas colinas. No sé por qué pero sentí la necesidad de pintar mi nueva casa yo misma, cada habitación de un color, todas de colores vivos, amarillo, naranja, verde... como las típicas casas mejicanas. Estaba orgullosa de cómo habían quedado esas habitaciones, pero una amiga llegó a casa, y extrañada me preguntó: ¿Cómo has pintado la casa así?, deberías pintarla en un tono beige, quedará mejor, menos escandalosa. A mi me gustaba como había quedado, pero ese comentario me hizo ver las habitaciones horrorosas y sin pensármelo decidí hacerle caso y pintar toda la casa de beige"

Un sueño muy normal, lo que no era normal es que no parase de pensar en él. Poco a poco el sueño fue tomando forma, todo lo que había soñado me quería decir algo. Me doy cuenta entonces de que quiero pintarlo todo de colores, darle a mi vida el color que yo quiera. Pero no es tan fácil, una persona, la sociedad, las obligaciones hacen que mi sueño no se haga realidad, hay que pintarlo de beige para ser más discreto, hay que seguir la línea marcada para poder ser aceptado, porque necesitamos ser aceptados en la sociedad, y muchas veces abandonamos nuestros sueños por no ser diferentes.

Pero esa persona que te quiere es capaz hacerte ver que hay otra realidad, diferente a la que todos siguen como  zombis, se puede salir uno de la fila."Empieza pintando una habitación de color naranja, poco a poco ve pintando las habitaciones de tu casa, realízate, y pinta la casa, la vida, del color que tú quieras"

Enlace: http://ruyelcid.blogspot.com/2011/01/delineante.html

sábado, 8 de enero de 2011

La casita de muñecas

A María le encanta jugar en su casita de muñecas, empezó montando toda la casa, colocando cada uno de sus muebles en el sitio adecuado, le gustaba que todo estuviese muy bonito, es una niña muy perfeccionista.
 El dormitorio principal, la cocina, el salón, lo había preparado todo para poder jugar con sus muñecos.

Jugaba con su Nancy, que era la mamá, tenía tres niños y se preocupaba de preparle el desayuno, planchar sus ropitas y llevarlos al cole. El papá iba a trabajar y cuando venía, comían felices lo que mamá Nancy había preparado.


Pero se dio cuenta de que esa casa había cambiado, esa casa tenía una hipoteca, había que pagar la letra del coche, pagar la luz, el agua, el teléfono. Sus pequeños niños también habían cambiado, el mayor de los niños tenía problemas en el colegio, ella tenía que estar muy pendiente del pequeño, de las actividades extraescolares del mediano, de los cumpleaños de los amiguitos, sus deberes.

 Ahora, en ese salón que había preparado tan bonito para su familia, preparaba reuniones con los amigos, hablaban de política, de cómo estaba el mundo, de lo difícil que es educar a los niños de hoy en día.

En un abrir y cerrar de ojos, María sigue jugando a las casitas, pero en una casa grande.

La casita de muñecas de María se había transformado por completo tan rápido...

 María a veces quería volver a jugar a los papás y a las mamás con sus muñecos, pero ahora se veía allí en la casa de sus sueños, pero con problemas de verdad, con personajes de verdad, en algunos momentos quería volver a dormir, y verse jugando con su Nancy en aquella casa que le habían regalado los reyes y en la que la vida era tan sencilla.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Medianoches de Marora

Un sabor que me hace salivar, y recordar. Un sabor nítido, igual que todos los recuerdos que él me trae, las medianoches de Marora.

Detrás de este perdido recuerdo, me vienen más, muchos más: su compota, el auténtico bizcocho, los boquerones en vinagre, natillas... y tantos y tantos platos que ella hacía como nadie.

Mi mente va divagando sin parar, va de un recuerdo a otro, esos sabores me llevan a la casa de mi infacia, a ese patio donde pasé tantas horas jugando, al pilar donde disfrutábamos las tres primas bañándonos los días calurosos de verano y ese barreño grande donde nos metían porque no había bañera.

Aún puedo vernos a las tres primas mirando en la despensa de Marora cogiendo las latas, el azúcar, y todo lo que nos pudiera servir para jugar a las tiendas. Jamás se me olvidará esa balanza de platos dorados con sus pesas en todos los tamaños que ella nos repetía una y mil veces que no la usásemos para jugar, pero al final nos dejaba por ver a sus nietas reir.

Cuando fui la última vez a esa casa el huerto de arriba me parecía pequeñísimo, yo lo veía antes enorme, con sus tres grandes cerezos, la higuera a la derecha y su pared de piedras que nosotros escalábamos para coger los platanillos y venderlos en nuestra tiendecica.

Marora nos miraba mientras, sin pestañear, hacía ganchillo. Sus manos estaban bastante mal por el desgaste del trabajo, aún recuerdo cuando lustraba los roscos, metiendo sus manos en el almíbar ardiendo. Cuando lo hacía, toda la casa se llenaba de un aroma especial.

Al llegar la noche, cogíamos nuestras sillas y nos salíamos a la puerta a charlar con las vecinas, nos sentábamos en las escalerillas de una de ellas y la volvíamos loca con nuestras risas. Cómo olvidar lo bien que nos lo pasábamos jugando a la comba, a la goma o escurriéndonos por el surco que había en medio de la calle para que el agua corriese.

Esos recuerdos me llevan a otros, tengo pocos recuerdos de Padre Rafael, verlo en la puerta de la tienda de mi padre con sus dos metros de altura y su sobrero, todo elegante y regio. También cuando nos sentaba en sus rodillas y nos enseñaba a sacar sonido, como un pitico como él decía, a una teja. Y cómo no, el más amargo, y que jamás olvidaré, yo vestida toda de blanco, morena de la playa, entrar en el portal y mi padre llevarme al dormitorio: "Dale un beso en la frente a Padre Rafael", ese beso frío en la frente de mi abuelo es una sensación que jamás podré olvidar. Fue la primera persona muerta que vi y no he querido jamás ver a nadie más.

Por eso quise siempre mantener el recuerdo de Marora como la persona alegre y trabajadora que tenía de pequeña, siempre en sus quehaceres y volcándose en su familia. Me negué por mucho tiempo a ir a visitarla cuando se estaba apagando, ahora sé que no hice bien. Nos diste tanto a todos. Aunque tarde sigo llorando que no estés aquí. Hoy tengo el pasado más presente que nunca. Un beso Marora.

lunes, 18 de octubre de 2010

La Puerta Azul

Mientras paseaba por aquellas calles, tenía una sensación extraña, pero reconfortante. Me di cuenta de que conocía cada uno de los recovecos de aquel lugar, aunque era la primera vez que iba a Grecia.

Una extraña fuerza me llevaba por ellas, como si me arrastrase a algún sitio concreto.
De repente me encontré delante de una puerta azul mar y me quedé extasiada mirándola. Como en una película, cientos de imágenes vinieron a mí. Una chica alta, flaca, con el pelo largo y los ojos muy grandes parecía mirarme desde dentro, aunque la puerta estaba cerrada.

Pude ver con claridad imágenes que parecían de otra época: " Dos niñas, una de ellas la niña que acababa de ver, corrían y saltaban por las escaleras que tenía detrás", me volví pero allí no había nadie.

Volví a mirar la puerta y vi una gran mesa rodeada de gente, una familia de otra época, no muy lejana, comían, reían y comentaban lo bien que lo habían pasado en la fiesta del mar del día anterior, las dos niñas estaban también en la mesa. La puerta seguía cerrada.

La escena cambió, dos chicas adolescentes se besaban apasionadamente, una de ellas era con toda seguridad la niña pequeña que había visto jugar en las escaleras.

Un sudor frío me recorrió el cuerpo, la otra chica tenía un extraño parecido a mí, tenía la sensación de haber vivido esa escena, me llevé la mano a los labios y los noté aún cálidos y húmedos.

"Berta, Berta, ¿qué te pasa?". Mi compañera de viaje, mi amiga y actual pareja Beatriz, me hizo volver a la realidad. "No sé, Beatriz, aunque no te lo creas, acabo de verme en otra vida y tú, también estabas allí".

miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Por qué vemos las cosas rojas y no las verdes?


  • La sonrisa de mis hijos cuando se han levantado.
  • El primer beso de mi marido esta mañana
  • Salir a la terraza y notar el fresco de la mañana y el cantar de los pájaros
  • El olor de las tostadas
  • El saludo de una persona que hace tiempo que no veía
  • La canción que me recuerda algunos momentos vividos
  • Partirnos de risa jugando en el suelo con mis hijos
  • Esa sesación de paz que te queda cuando todos están en la cama y tu estás tráquilamente en el sofa leyendo un libro
  • Unas risas con las amigas mientras te tomas un café
  • Pensar en la próxima feria, esas gambitas, y ese rebujito
Parecen cosas banales, es mi lista de 10 cosas que han hecho féliz hoy. Siempre me iba a la cama cansada, pensado: "Otro día igual". Pero después de ver un video de Elsa Punset en el Hormiguero, me acuesto feliz y contenta, y no veas como duermo. Algo tan simple como pensar en 10 cosas que te hayan hecho feliz ese día, hacen que alimentes tu felicidad.

El cerebro es como otro músculo, puedes moldearlo a tu manera, si tú tienes una mentalidad positiva, tu cerebro va acostumbrándose poco a poco a no pensar en negativo.

No es que haya descubierto nada nuevo, pero a veces nos olvidamos de lo bueno de la vida y necesitamos que alguien nos de un toque para cambiar de actitud. Nos centramos solo en lo negativo, e incluso nos recreamos en todo lo malo que nos está pasando, en lo desgraciados que somos, y un velo de negatividad lo cubre todo, no vemos más allá de aquello que nos preocupa.

No se si habréis sentido la necesidad de que os protejan porque os sentis mal, pero es como una droga, alimentas lo negativo para sentirte mal y así recibir ese cariño, sin pensar que la sensación de compartir la felicidad es más grata que la de compartir el dolor.

Yo os invito a ver las cosas verdes de la vida que las rojas ya vendrán solas.

Nota: para aquellos que no hayan visto el video que me inspiró para escribir esta entrada, os pongo aquí el enlace: http://www.cuatro.com/el-hormiguero/videos/elsa-punset-nos-ensena-trucos-cerebro-reflexionar-felicidad/20100916ctoultpro_2/

martes, 7 de septiembre de 2010

Nudos

Cuando la cuerda se tensa, el nudo se hace más fuerte, eso es lo que pasa con algunos tipos de nudos, si lo dejas flojito quizá el nudo se deshaga. Con las personas pasa lo mismo.

 Siempre que había fiesta, Martín estaba allí, y eso se reflejaba en su carácter, alegre y con ganas de comerse la vida. Cuando había que ayudar, él estaba dispuesto. Pero la vida le fue dando golpes, golpes muy fuertes de los que es difícil levantarse.

Los primeros problemas de la vida surgieron pronto, pero eran leves, podía remontar. Poco a poco, como a cualquier persona, la cosa se fue complicando. Porque nuestras vidas se van complicando cuando vamos cumpliendo años. A mayor edad más gordos son los golpes.

El definitivo le cambió totalmente la vida. Hizo que su forma de pensar cambiase totalmente, y los problemas se fueron sucediendo, cada vez más complicados y combinados con los anteriores. Martín era fuerte, aparentemente seguía con su carácter, pero tanto tiempo guardando sus sentimientos, no es algo que pueda aguantar ninguna persona y se notaba en su apatía y en sus ojeras.

 No podía seguir así, y los que estaban con él se dieron cuenta, le gustaba ser libre, y cuanto más intentaban controlarlo y estar encima de él, más intentaba huir de aquello que le ataba.

Siempre hay un punto y aparte en la vida, y un simple comentario de una persona, le hizo recapacitar.

Los hombres somos fuertes, y tenemos que vivir la vida que nos ha tocado, si nos preocupamos más de regodearnos en lo malo, que en lo que estamos viviendo, no disfrutamos de lo bueno que pasa por ella.

Y esto le cambió la vida. Porque como dijo John Lennon: "La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes"

jueves, 26 de agosto de 2010

Más papista que el Papa

Son las tres de la tarde, el sueño me va atrapando y cuando estoy que ya casi se me cae la baba, "Ruuuuun, ruuuuuun", salgo de mi sueño, son los niños que empiezan a correr como locos con sus motos correpasillos por delante de las terrazas.

¡¡¡Pero bueno!!! " ¿Esos niños no tienen padres?.

Varios vecinos salimos con cara de sueño y nos miramos como diciendo, ¿Qué hacemos?, ¿Para que se dicen las cosas en las reuniones?. Normas vecinales, yo creo que son necesarias para la buena conviviencia, pero según veo, hay gente a la que eso le parece una tontería.
A veces me pregunto si seré poco tolerante.

No lo puedo evitar, no puedo aguantar ir a 90 Km/hora en una carretera donde el límite de velocidad es 80. Pues si, es algo que no puedo remediar. No puedo remediar seguir las normas, ¿es un defecto?, no lo sé. Pero me hace pensar.

Los que me conocen bien, me lo recuerdan constantemente, "Más papista que el Papa" ¿quizá?

lunes, 26 de julio de 2010

Como agua para Chocolate

Coahuila, en tiempo de la Revolución mejicana. En esta ciudad las costumbres son arraigadas y la casa de Tita no es la excepción. Las normas de la familia indicaban que la última hija de una mujer debía dedicar su vida a atender a su madre, así que Tita debía entregarse completamente al servicio familiar y olvidar el amor, ya que era la hija menor. La conjugación comienza a complicarse cuando Tita se enamora de un joven, lo cual es muy mal visto por la familia de Tita. Como le está prohibido relacionarse con cualquier hombre a Mamá Elena halla una "solución", ofrece a su otra hija en matrimonio, el chico acepta para estar cerca de Tita. (Novela de Laura Esquivel)




Pasa el tiempo, pero nada cambia. Existen muchas "Titas" en el 2010. Cuando leí este libro pensé que era imposible que lo que narra la protagonista de la historia (Tita) pasase ahora, pero con el tiempo y conociendo a mucha gente, me he dado cuenta de que no es así.

Son las hijas pequeñas de la casa, que en lo que ellas o sus madres creen su deber, sacrifican su juventud y parte de su vida para cuidar a sus padres.

Son unas cadenas pequeñas, invisibles, pero firmes, que les unen a sus progenitores, pasa el tiempo y poco a poco su proyecto de vida va cambiando.

Hay que dejar pasar aquella maravillosa historia con Javier de Santander, porque, "¿cómo voy yo a dejar a mis padres aquí e irme tan lejos?, ¿y el trabajo en Santiago?, ¡no, no, no puedo hacerlo!".

 Son madres de todos, amigos de muchos, pero en el fondo están deseando tener ese churumbel que les cambie la vida. Y yo digo, ¿por qué no?, ya es hora de que las "Titas del mundo" se revelen y busquen esa vida que se merecen, a la que todos tenemos derecho.

sábado, 10 de julio de 2010

Ideas en escabeche


Hoy he oido esta frase, y me ha gustado.

Muchas veces hablamos sin pensar, a lo loco, sin pararnos a ver si lo que estamos diciendo puede herir los sentimientos de la persona que tenemos delante.

Cuantas veces hemos dicho algo por decir, por rellenar un hueco en una conversación o por simplemente no quedarnos callados.

Pensamos que todas las personas son igual que nosotros, que por sus cabecitas pasa lo mismo, pero no es así, algo que tú dices sin ninguna intención, acaba transformándose en lo más gordo del mundo para la otra persona.

Eso de las "ideas en escabeche", dejarlas macerar antes de decirlas, me ha gustado, dos segundos, tres o si es algo muy importante incluso días.

Sé que eso le quita expontaneidad a la vida, pero a veces esa expontaneidad está haciendo mucho daño a alguien.

sábado, 3 de julio de 2010

Changa de pollo y Chicha


Un delicioso aroma me lleva de nuevo hasta ti, es un aroma que viene del otro lado del Atlántico y me trae recuerdos llenos de experiencias y alegrías.

Estamos tan cerca pero sin embargo tan lejos. Es una distancia que se puede recortar en dos segundos, porque un nuevo contacto me hacer sentir que no hemos dejado de hablar nunca. En unos momentos, todos los meses pasados se concentran en un sinfín de palabras, intentamos ponernos al día de todo lo vivido, y me siento a gusto, hay personas con las que conectas y la distancia no importa.

Ese último café que tomamos, fue rápido, una visita fugaz, pero reconfortante, de las que te ponen de nuevo las pilas, porque tú sabes sacar de mi una persona alegre que me hace sentir feliz, estás llena de vida y eso se lo transmites a los demás.

Hay circunstacias en la vida que te alejan de personas con las que te gustaría vivir tu día a día, pero quizá esto hace que esa amistad sea más fuerte porque supera la barrera de las distancias.

Hay varías personas así en mi vida, pocas, creo que es lo importante, pocos pero buenos amigos. Ellos saben los que son, porque sé que sienten lo mismo que yo. Amigos con los que disfrutas de cosas sencillas como una cerveza en una terraza, un café o una simple charla en cualquier sitio.

Con algunos tengo más contacto, con otros la cosa es más complicada, y en mi corazón hay personas que no he vuelto a ver en años, pero que han sido importantes en mi vida, se que nos volveremos a ver y en ese momento nos sentiremos como si nos hubiesemos visto ayer.

domingo, 27 de junio de 2010

El tranvía que se escapa


Voy viendo poco a poco cómo se aleja el tranvía, va a paso lento, pero puedo percibir su lento movimiento. Cada segundo da un paso adelante, se va escapando y se lleva cosas importantes de mi vida.

Es un momento de desahogo, pero también de amargura, son dos sensaciones contrarias que pesan sobre mi cuerpo.

 No quiero deshacerme de esas cosas importantes, pero necesito descargarme por unos momentos, sentir de nuevo que soy una persona, una mujer aparte de una madre.
¿Estaré haciendo bien por darme esos momentos?, pero entonces ¿por qué siento que no actúo correctamente?.

Tenemos muchas anclas que no nos dejan volar, y nos mantienen con los pies en el suelo.

Por eso, yo, ahora, me tomo mi tiempo y dejo volar mi imaginación, sitiéndome libre por unos momentos, aunque sólo sean un par de horas.

Puede ser esta mi vía de escape.